Esté chico, mi amigo que no es mi amigo, esté chico me enamoró.
Y si, no lo puedo seguir negando. Ya van casi 8 meses de idas y vueltas con él y tengo que reconocer que quiero más de lo que tengo.
No me alcanza con que se quedé a dormir los fines de semana, no puedo aguantar tener que callar lo que me pasa por miedo a arruinarlo todo. Sobre todo cuando evidentemente a él le pasa algo parecido.
En estos dos últimos meses pasamos de una relación sin compromisos a extrañas escenas de celos, palabras con doble sentido y demostraciones de cariño que antes hubieran sido incómodas.
Entonces no aguanto que todo siga en un insoportable intermedio porque los dos somos demasiado cobardes como para animarnos a decir las cosas, poner las cartas sobre la mesa y plantear que se hace a partir de ahora. Es que yo no puedo logro animarme a arriesgar lo que tengo ahora por decir lo que me pasa. Porque me cuesta muchísimo decir lo que siento y tengo miedo a quedar como una estupida.
Y me cansé. No lo aguantó más. Me puse un limite, Septiembre de 2012.
Si para esa fecha no pasó algo, si no me arriesgué a dar el salto, si él tampoco lo hace voy a hacer algo para que mi vida cambie de alguna forma u otra. Incluso dejar de verlo, pelearme con él serviría -por más de que no sea el resultado deseado- para demostrarme que no soy la misma cagona de siempre que termina estancada en la nada por miedo al cambio.
Si para la primavera del año del fin mundo yo sigo viviendo esta incertidumbre, si todo es igual, me va a doler mucho, pero me voy a ir a vivir 5 meses a Inglaterra. Supongo que un largo intercambio tiene que lograr que me olvide de él. Porque por más que ahora me parta el alma, no puedo pasarme la vida en pausa esperando que pase algo sin que yo intervenga. Y si para esa fecha no paso nada, es porque no es la persona para mi.
Un año y medio tengo para cambiar las cosas, para tomar las riendas de mi vida y afrontar que decirle a alguien que lo quiero no esta mal, no es algo que me tenga que dar verguenza, y menos que menos, algo que me vaya a matar.
El mes que viene me anoto en el intercambio, y después veré que hago.