domingo, 20 de febrero de 2011

Esta semana...

-Rendí un final re complicado y aprobé con 7 (un poquito ayudada con el profe que es amigo de mi jefa, pero bueeee)
-Hice chiquicientas llamas a los de Personal a lo largo de tres días en las que compré un equipo nuevo, dejé 7 reclamos cuando me enteré de todas las mentiras que me dijo el chico que me lo vendió, y desistí de la compra porque no me lo mandaron a mi casa.
-Recibí un inesperado "Te quiero" que todavia no entendí cual era su sentido.
-Me confundí aún más con ese amigo, que ya es algo distinto a un amigo.
-Gasté mucha plata en ropa, a modo de terapia por todo lo mencionado anteriormente.


Un poquito de paz por favor.

jueves, 10 de febrero de 2011

De mis vacaciones...

Podría contarles del viejo del hotel que me recordaba a mi abuelo.
O como perdí dos toallones.
Podría hablarles de lo poco que fui a bailar, o de toda la plata que me gasté intentando sacar un mickey de las maquinitas.
También podría dedicarle unas palabras al chongo-amor de verano que tuve, que resultó ser mucho más chico de lo que dijo.
Este post podría estar dedicado al médico que me levanté esa madrugada en la que me esguincé el tobillo, que me terminó invitando a cenar.
Podría estar escribiendo sobre lo amoroso que estuvo Facu, o sobre todas las peleas con Agus.
Si no me trajera malos recuerdos, les contaría de porqué me volví un día antes, por una discusión pelotuda, o de como casi pierdo el micro.

Pero lo que realmente tengo que compartir con ustedes, lo que realmente me impacto, lo que marcó un antes y un después en mi vida es que me enteré (también de la mano del médico) es que la angina y la faringitis son la misma cosa.


Increiblemente, viví toda mi vida engañada.