martes, 7 de septiembre de 2010

Por algo Mauricio no la quiso

Hoy Mari no vino a casa.
Llegué de trabajar y me encontré con los platos sucios, mi cama sin hacer, la basura sin tirar y el lavarropas lleno de ropa mojada sin colgar. Eso, mugre y nada más. Porque lo único que brillaba en esta casa era la ausencia de Mari. No me dejó Nn un mensaje en el contestador, ni una nota abajo de la puerta, ni un mensaje de texto, ni señales de humo. Nada.

Si Mari no era mi persona preferida en el mundo, ahora definitivamente se esta ganando un lugar entre las que más antipatía me producen.
Lo único que me falta es tener que luchar con la chica que limpia en casa, como si no tuviera suficientes problemas.

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