El viernes finalmente lo pude agarrar a Ariel para hablar sobre lo que había pasado
aquella noche.
Sorprendentemente en mi, en cuanto llegué al bar, tomé coraje y le dije que necesitaba hablar con él, y que iba a volver a la hora que saliera para poder charlar tranquilos. Asique después de un rato me fui al bar de al lado para que no viera que me estaba pegando el embole de mi vida mientras esperaba.
Recien cuando estaba arriba del auto me cayó la ficha de que no sabía que mierda decirle. Pero gracias a Dios creo que el estaba más nervioso que yo, porque sospecho que algo sabía por donde venía la mano.
Básicamente le dije que a mi me importa poco que él tenga novia (sí, claro) pero que lo que me jodió fue tener que enterarme por una amiga suya y quedar como una idiota. Le dejé bien en claro que no pensaba dejar de ir al bar, o de hablarle, y que estaba todo más que bien, que no estoy enojada.
Él, despues de escucharme decir todo eso me contestó:
"Mira, yo te conocí en un mal momento con mi novia, y en un pésimo momento personal. Siento que todo el tiempo tengo que estar rindiendo cuentas a todo el mundo, y con vos no me pasó. Por eso me dejé llevar. Pensaba contarte todo en algún momento, pero tenía miedo de como ibas a reaccionar. No quiero dejar de verte ni perder la buena onda que tenemos, porque me pareces una mina excelente, y básicamente en cualquier momento te parto al medio"
La conversación siguió un rato más, y terminamos bien. Ahora, lo que no me quedó claro es que se supone que va a pasar de acá en más. Pero ese es un kilombo del que tendré que ocuparme más tarde.